La fiesta es la máxima expresión religiosa de los tarahumares y constituye el centro de toda su vida. Uno de los deberes religiosos es el baile, el cuál también representa una de las normas fundamentales de la moral rarámuri, hay que bailar a Onorúame, es decir, a Dios, para que todo esté bien. Estas fiestas permiten reunir a la comunidad, es factor de cohesión y consenso.
El pasado 11 de Octubre, la parroquia de Samachiki, fue invitada a la fiesta del Pilar en Norogachi, por parte del fiestero, que en esta ocasión fue el Padre Juanito a quien agradecemos su invitación y a todos los rarámuri que nos atendieron. Se nos invitó principalmente a danzar matachín. Se rentó un autobús para la gente de Samachiki y Rawiwachi (Gavilana).
Nos presentamos en la Iglesia con tres piezas de matachín cada comunidad, por Samachiki bailaron puras mujeres, mientras Pablo (maestrillo) y yo (prenovicio) danzamos con los gavilanes. Luego pasamos al Komerachi a danzar hasta las 3 am. aproximadamente, nos dieron varias barricas de teswino, lo ofrecimos a Onorúame (Dios), se repartió entre todos. Visitamos la casa de Isidro, comimos sangre, bebimos batari, danzamos en su casa otras piezas en agradecimiento y también bailamos pascol, nos fuimos de ahí bailando de nuevo al komerachi y de ahí a la Iglesia nuevamente, las dos comunidades hermanadas en procesión, dando 3 vueltas a lo largo del templo para terminar nuestra ofrenda. El siríame Antonino, nos invitó a tomar batari, tonari y esquiate a su casa, por último, fuimos a casa de Pancho Palma quien nos atendió muy bien. Si hay una noche especial en los últimos 3 meses seguramente sería ésta.
Daniel
